viernes, 25 de abril de 2014

BOMBAS NUCLEARES: HIROSHIMA Y NAGASAKI


En 1945 se establecieron los planes estadounidenses de invadir a Japón. La invasión se realizaría en dos fases: 1°. de noviembre se atacaría Kyushu y el 1° de marzo de 1946 se haría lo mismo con Honshu con un desembarco al sur de Tokio.

En abril la Unión Soviética denunció su tratado de neutralidad con Tokio, pero detuvo un poco la intervención armada. El almirante japonés K. Suzuki aprovechó esa situación para solicitar la mediación soviética con vistas a una capitulación honrosa. Sin embargo los representantes de los Estados Unidos, la Unión Soviética y Gran Bretaña respondieron desde Postdam con un ultimátum que exigía al Japón la rendición sin condiciones.

Tokio rechazó el ultimátum; ante ello el presidente Truman decidió recurrir a la bomba atómica fabricada por los Estados Unidos y experimentada el 16 de julio de 1945. Esta decisión, motivada preferentemente por razones estratégicas,implica una intención política más sutil: la bomba atómica no sólo doblegaría la resistencia japonesa, permitiendo a los norteamericanos ahorrar hombres y medios, sino que también serviría para hacer más precavido a Stalin en sus pretensiones.




El 6 de agosto se lanzó la primera sobre Hiroshima, que quedó arrasada. Dos días después la URSS declaró la guerra al Japón y el Ejército Rojo penetró en Manchuria y en Corea. El 9 de agosto fue arrojada otra bomba atómica sobre Nagasaki y al día siguiente Tokyo comunicó sus propósitos de rendición.

El 15 de agosto, el emperador japonés anunció en un discurso por radio, el término de la guerra, pidiendo al pueblo que aceptase la voluntad imperial. Los representantes del gabinete japonés firmaron el documento de rendición  el 2 de septiembre de 1945 a bordo del acorazado norteamericano Missouri, que se encontraba  anclado en la bahía de Tokio. Con ello concluía la era de las catástrofes. 




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